Hablando de ciudades, tanto en la obra anterior, como en esta, vemos que el autor ha cuidado mucho el espacio de las obras, las descripciones, la ambientación general, acentuando el realismo de las mismas. En El enigma de la calle Calabria, la ambientación que hace de la Barcelona de fines del XIX te recuerda al mejor Mendoza en La ciudad de los prodigios.
Sobre la obra en sí, interesantes los personajes secundarios, empiezan a tener presencia otros personajes que permiten reforzar la visión histórica de la obra, rompiendo el desarrollo lineal de la trama. Se sitúa en el Oviedo de la Regenta, incluso hay un guiño a esta obra.
Como decía el propio autor en una entrevista (1) reciente Yo he estado siempre obsesionado con el componente más lúdico de la literatura. Mi meta no es ser premio Nobel ni crear obras literarias extremadamente profundas, sino que lo que quiero es que la gente sencilla lea...
Es una buena obra para este verano si te gustan las novelas detectivescas, para todos los públicos.
(1)
Parra saber más
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