En esta nueva novela de los dos guardias civiles más famosos del país, la investigación se centra en un municipio del Levante azotado por la corrupción urbanística. Es decir, la trama no es nada original a poco que se lean los periódicos. La originalidad estriba en la ardua investigación que desarrollan los agentes, en la madurez que asoma ya en los protagonistas y que se refleja en una agridulce acidez de su humor, próximo al desengaño barroco. El retrato de los personajes es mejor aún que el retrato de la España de fines del 2013. Al municipio costero no es necesario ponerle nombre, puede ser cualquiera de los que encontramos en la ribera mediterránea de nuestro país, desde el cabo de Creus hasta Gibraltar.
Me ha parecido corta. Me hubiese gustado que empiece a darle protagonismo a los jóvenes guardias que acompañan al brigada.
Muy recomendable para leer este verano.
Para saber algo más.
Para leer el principio.
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